Tequila y sus aromas 07 de febrero de 2023
JALISCO: CANCIÓN Y ALMA DE MÉXICO
Parte 1 TEQUILA Y SUS AROMAS
JALISCO: CANCIÓN Y ALMA DE MÉXICO
Parte 1 TEQUILA Y SUS AROMAS
*Actualización del blog “Jalisco canción y alma de México" 11 marzo. 2016
Cantaba Jorge Negrete: “Al hablar de mi Jalisco, lo primero que hay que hacer, es tratarlo con respeto, luego quitarse el sombrero y después venirlo a ver…”
Sentir identidad es maravilloso; para conocer y admirar otras culturas y
tradiciones primero debes sentirte orgulloso de las propias y cargarlos en tu
maleta con orgullo; al cabo esos no pesan, al contrario, vuelven más liviano el
trayecto. Conocí en viajes a extranjeros de todas partes: Malta, Francia,
India, Austria; y lo que más me ayudó a generar amistades entrañables fue
mostrarles mis raíces.
Al noroeste de Guadalajara a pie de carretera se encuentra El Arenal, un pueblito que le hace honor a su nombre. La carretera se tornó en la calle principal donde lo único que hay para ver es casas, talleres, polvaredas y una que otra eventual cantina. Había lonitas a los costados del camino con vendimia de cantaritos tequileros todos terregosos, garrafas enormes de tequila medio destilado, medio clandestino y recuerditos de la región. Don Alberto me había dicho que el buen tequila venía de El Arenal Jalisco y en verdad no entendía el porqué de su dicho. De pronto tras pasar el pueblito la vista de pronto cambia, un anuncio enorme en la ladera de un cerrito anuncio que aquellos campos son propiedad de una de las marcas más antiguas de tequila en la zona. No es el mejor, acaso yo diría que, con respecto a los tequilas más famosos del mercado, este es más agreste, más burdo en sabor y aroma. Pero recordé que con ese tequila de la etiqueta verde fue con el que brindé con mi padre la primera vez. Entendí el sentido de lo que Don Beto me dijo, no era que la mejor y más costosa marca se produjera ahí, sino que ahí se producía la bebida tal y como la prefería la gente que vive de ella antes de que se pusiera de moda: Aguardiente tosco y bravucón, fuerte sí, pero cálido y honesto. Que buena alegoría para mi papá, en parte él mismo era así. No vuelvo a dudar del conocimiento de aquel hombre que en vida se le dio por ser tan sabio en los gustos simples de la existencia. Me congratulé por pasar por aquel lugar que está tan acostumbrado a ser maravilloso sin llamar la atención.
El camino siguió; a lo lejos el Volcán de Tequila y a la derecha, un
paisaje agavero sin fin, que llega hasta Amatitán y te cubre de verde y azul la
vista. No pasó mucho para llegar a Tequila, Pueblo Mágico.
Un cantarito de tequila con toronja, (puedo darte una buena receta) y
una torta ahogada en caldo de birria del meritito mercado municipal deberían
ser la manera perfecta de terminar la jornada. Y como de San Pedro es el cantar
y de Tequila es el mezcal, la fiesta puede continuar en el inigualable
Tlaquepaque…
Si a estas alturas has bebido demasiado no conduzcas por favor, aún
quedan caminos por recorrer…
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